Los 50…eterna juventud
Si de algo presumo en este trabajo, es de conocer a gente maravillosa. Y digo presumir, porque no en todos los trabajos se conocen personas que te marquen. En mi caso, tengo esa suerte.
Con los reportajes de Retrato y Boudoir consigo conectar con las personas de una manera más profunda. Hablo y me acerco a ellas para que se olviden de sus nervios y vergüenzas.
Todo eso hace que se rompa el hielo, y la sesión fluya con más tranquilidad.
Con Montse conecté desde el momento en que abrió la puerta del estudio. Una mujer risueña, con mucha energía y fuerza. Madre de dos hijos, deportista y amiga de sus amigos.
La miraba y sabía que me iba a dar mucho juego en la sesión de fotos. Cuando me comentó su edad, casi me caigo al suelo. Rozando los 50.
Preciosos 50. ¡ Que bien llevados por favor !
Lo más gracioso de todo es, que para la sesión de fotos vino casi con lo puesto. Quería una sesión sencilla con un toque Boudoir y a la vez elegante.
Y así fue. Con el maquillaje de Alejandra y la sencillez y simpatía de Montse conseguimos unas fotografías de lo más íntimas y elegantes… Montse es de estas personas, que según ves sus fotografías, ya te puedes hacer una idea de como es.
Me encantó conocerla, y más ver el resultado de la sesión. Sus fotografías impresas y enmarcadas en passepartout, bien guardadas en su Wood Box.
El regalo que le hicieron sus hermanos para su cumpleaños se ha convertido en un tesoro para toda la vida.