La fotografía te ayudará a mirarte con otros ojos y a reconectar con tu cuerpo

autorretrato boudoir itziar villar

La rutina desenfrenada, el poco tiempo que nos dedicamos a cuidarnos, los patrones de belleza establecidos por la sociedad…

Todo ello hace que estemos desconectadas de cuerpo y mente.

Soy fotógrafa especializada en retratar a mujeres extraordinarias como tú. Hago fotografías de Retrato y Boudoir en las que te ves tal cual eres: única, carismática y especial.

Te ayudo a que tengas retratos que emocionan, con los que disfrutar ahora y siempre y vas a enseñar con orgullo.

Porque las fotografías forman parte de tu historia y te permiten revivir momentos, transmitir emociones y perpetuar recuerdos.

Por mi experiencia sé que muchas mujeres temen “desnudarse” frente a la cámara porque tienen miedo a no ser fotogénicas, a no salir bien. Pero tengo un ojo especial para captar tu belleza y la luz que hay en ti.

Te voy a ayudar a que te sientas guapa, sensual y sin complejos. Te guiaré para que poses de manera natural y te sientas cómoda, expreses tu feminidad y muestres lo mejor de ti.

Porque todas las etapas de la vida son bonitas y la belleza de una mujer no deja de crecer con el paso de los años.

Con la ayuda de una maquilladora profesional, los diferentes looks que escogeremos y mis indicaciones de cómo mirar a cámara,  hará que te veas como nunca antes te has visto.

Si buscas a quien saque lo mejor de ti y te muestre tal cual eres, llámame

ESTA ES MI HISTORIA EN 6 FOTOGRAMAS MÁS PERSONALES

Tengo la suerte de haber nacido y crecido en Suiza. Gracias a ello hablo 5 idiomas y he recibido una cultura rica y variada. Lloré cuando mis padres decidieron volver. Ahora estoy encantada de vivir en Euskadi.

Empecé a hacer fotos con una cámara alargada Kodak que me regalaron cuando hice la comunión. Aunque luego vinieron otras, este fue mi tesoro más preciado durante años.

De pequeña también pintaba. Y en un momento decidí seguir pintando momentos con mi cámara y la luz. Porque como dice Cesare Pavese: “No recordamos días, recordamos momentos”.

Ese momento llegó cuando el gran fotógrafo Alberto Schommer disparó su cámara mientras tomábamos el sol en un banco e inmortalizó una de las fotografías que más valoro. Hechizada por esa imagen, decidí dedicarme a la fotografía.

Antes de hacer fotos de manera profesional, ya estaba enamorada del que hoy es mi estudio y su luz.
Fue amor a primera vista.

Tengo la suerte de trabajar en lo que más me apasiona. He hecho de mi afición mi oficio y quienes lo han probado dicen que se nota que trabajo con pasión.